A la muerte de un amigo
En alguna ocasión considere a la muerte y a la resurrección como procesos duales, interdependientes, relativos entre si, cosa que no se puede concebir uno sin la existencia del otro.
En este momento de intenso sufrimiento, en donde nos vemos desprovistos de todo atisbo de vida y nos sumergimos en la profunda oscuridad de la muerte, cabe hacernos la siguiente pregunta, ¿en que momento termina la muerte para dar paso a la resurrección?
La respuesta a esta interrogante no es ni simple ni compleja. A esta paradoja es a donde apuntan las religiones, las cuales mediante sus interpretaciones en los aspectos correspondientes a la vida espiritual son capaces de otorgarnos soluciones concretas y por lo demás difícilmente cuestionables.
Pero no es en la religión en donde quiero basarme para promulgar mis reflexiones sobre el tema que aquí nos convoca, sino mas bien me referiré a un hombre, al legendario poeta español Jorge Manrique, el cual sumido en la desesperación producida tras el fallecimiento de su padre imprimió sus ideas sobre la existencia tras las muerte en papel, para así transformar su legado en eterno.
Manrique consideraba un tipo de vida paralela a la existencia terrenal conocida como la vida de la fama, en donde promulgaba que las personas, tras agotar su tiempo de estancia física sobre la tierra, aun seguían existiendo, pero esta vez en los recuerdos, en las memorias de sus seres mas cercanos que compartieron con el su paso por el mundo.
Basándome en las ideas expuestas por Manrique, complementados por los conocimientos de otros autores que no vienen al caso mencionar, propongo la existencia de 2 tipos de vidas, una de las cuales vendría a ser la terrenal, ósea, la persona como individuo, en términos simples, correspondería al ser que todos los cercanos al difunto conocimos.
El segundo tipo de vida es una a la cual podríamos denominar de espiritual, ya que no se limita únicamente al plano físico, sino que más bien trasciende la existencia terrenal. En este tipo de vida es donde reside la verdadera esencia del individuo como tal, y también no esta demás el mencionar que no corresponde a una única existencia, ya que al ser una vida formada por las memorias de todo aquel con el que hizo contacto durante la vida terrenal, posee una multiplicidad variable de interpretaciones, subjetivas, relativas al grado de cercanía y a la forma en que la persona como individuo incidió en la vida de los que aun transitamos las limitaciones de la vida en el plano material.
En el momento en que la existencia terrenal se detiene, la vida espiritual adquiere un rol protagónico y de dominio en todo lo respectivo a la esencia del ser.
De esta manera la persona sigue viviendo, pero esta vez, debido a su imposibilidad de valerse por si mismo, debe requerir de sus cercanos, quienes portan su existencia, para así volver a moverse sobre el mundo terrenal. Es así como nosotros, portadores de la vida, nos transformamos en sus ojos, su boca, sus extremidades y en si en todo su cuerpo.
Eso es todo lo que tengo que decir en este momento.
ohayo bueno alfin te escribo algo nu se ke decir pero me gusta leer jajaj y si q escribes arto bueno eso cuidate y lo q escribas lo leo a y espero con ansias tu trabajo deescritos muxa suerte lo lo grarasss
cuidate sayo kissu ….
mokona sekay….
sabes?para algunas religiones q consideran la reencarnacion como parte del proceso del ser humano, se dice q la gente q muere joven es porq han pagado todos los karma de sus vidas anteriores, y son almas puras
quizas te sirva de algo, si crees en eso.
cuando mostraste este dichoso trabajo, amigos ( si es que se pueden llamar asi para ti), dijeron que era algo completamente inutil y algo tonto, porque ellos no lon habian entendido, y te alegraste cuando te dije unas 100000 veces que tu trabajo habia sido estupendo, pues no me equivoco es estupendo, pero como tengo que opinar de este tema. pienso en lo que escribiste en el 2do parrafo ¿en que momento termina la muerte para dar paso a la resurrección?..tal vez solo tal vez ese momento nunca exista.